Vaya con el loro
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09012010
Vaya con el loro
Ricardo recibió un loro por su cumpleaños; ya era un loro adulto, con una muy
mala actitud y vocabulario. Cada palabra que decia estaba adornada por alguna
palabrota, asi como siempre de muy mal genio.
Ricardo trato desde el primer día de corregir la actitud del loro,
diciéndole palabras bondadosas y con mucha educación, le ponía música
suave y siempre lo
trataba con mucho cariño.
Llegó un día en que Ricardo perdió la
paciencia y gritó al loro, el cual se puso más grosero aun, hasta que
en un momento de desesperación, Ricardo puso al loro en el congelador.
Por un par de minutos aún pudo escuchar los gritos del loro y el
revuelo que causaba en el compartimento, hasta que de pronto todo fue
silencio.
Luego de un rato, Ricardo arrepentido y temeroso de haber
matado al loro, rápidamente abrió la puerta del congelador. El loro
salió y con mucha calma dió un paso al hombro de Ricardo y dijo: siento
mucho haberte ofendido con mi lenguaje y actitud. Te pido me disculpes
y te prometo que en el futuro vigilaré mucho mi comportamiento.
Ricardo
estaba muy sorprendido del tremendo cambio en la actitud del loro y
estaba a punto de preguntarle que es lo que lo había hecho cambiar de
esa manera, cuando el loro continuo:
- te puedo
preguntar... ? que fue lo que hizo el pollo?
mala actitud y vocabulario. Cada palabra que decia estaba adornada por alguna
palabrota, asi como siempre de muy mal genio.
Ricardo trato desde el primer día de corregir la actitud del loro,
diciéndole palabras bondadosas y con mucha educación, le ponía música
suave y siempre lo
trataba con mucho cariño.
Llegó un día en que Ricardo perdió la
paciencia y gritó al loro, el cual se puso más grosero aun, hasta que
en un momento de desesperación, Ricardo puso al loro en el congelador.
Por un par de minutos aún pudo escuchar los gritos del loro y el
revuelo que causaba en el compartimento, hasta que de pronto todo fue
silencio.
Luego de un rato, Ricardo arrepentido y temeroso de haber
matado al loro, rápidamente abrió la puerta del congelador. El loro
salió y con mucha calma dió un paso al hombro de Ricardo y dijo: siento
mucho haberte ofendido con mi lenguaje y actitud. Te pido me disculpes
y te prometo que en el futuro vigilaré mucho mi comportamiento.
Ricardo
estaba muy sorprendido del tremendo cambio en la actitud del loro y
estaba a punto de preguntarle que es lo que lo había hecho cambiar de
esa manera, cuando el loro continuo:
- te puedo
preguntar... ? que fue lo que hizo el pollo?
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